Por Franklin Domínguez Cruz
El hecho de Pitober ser una aldea del lado oeste del Río Dajabón, no masacre que fue un nombre dado por el autor de la novela «El masacre se pasa a pie» cuyo autor fue Freddy Prestol Castillo, un juez que llegó en el año 1938 a Dajabón.
El nombre de Rebut era el río Guayubín (que debería ser masacre) donde se originaban las refriegas entre franceses y españoles.
La aldea taína que existía en la margen Oriental del Río Dajabón, era llamada Guatapaná o Guatapanal el nombre de un árbol gigantesco, donde se disponía de mercados, para los comunes hacer sus compras e intercambios.
Estamos refiriéndonos a los años 1700-1800, hasta principio de 1900.
Al iniciarse el tratado de Basilea en 1795 los habitantes del lado oeste, intentaron violentar los acuerdos y Tussaint Lubertour, se apropió de algunos territorios, como el caso de Dajabón que fue convertida en común de Ford Liberte.
Este líder había reconocido instalar allí la capital de la Isla (una e indivisible) por estar en la cercanía de la bahía Manzanillo y tenía acceso rápido por diferentes vías, instaló en la Vigía el «Fuerte del coco»
La ventaja para Dajabon fue la gran cantidad de franceses que se establecieron en la ciudad, desde los tiempos de Lecler y su familia, Fondeur, Miolan, Santi-laire, Beller, Riveron, Morel, Thomas, Senfleur, Jimenez, etc.
Estas demarcaciones eran las que pertenecían al tratado de Aranjuez en 1776, que tenían los pueblos de San Miguel de La Atalaya, San Rafael de Angostura, Las Caobas, por el lado oeste de la zona del Río Dajabón.
Estos pueblos fueron construidos por el Barón de La Atalaya Don José Guzmán I.
Los terrenos fueron tomados en un acuerdo con el presidente dominicano Ignacio María González, quien cedió en alquiler al gobierno haitiano para ello traer unos cien mil (100,000) expulsados de Cuba – Jamaica e Islas, antillas menores.
Esto trajo como consecuencia de que los haitianos se apoderaron del territorio y violaron el acuerdo con el presidente González.
Al transcurrir el tiempo a la muerte del presidente Ulises Heroaux alias Lilis, llega Horacio Vázquez a ser gobernador de los pueblos del Cibao y vicepresidente de la República y decide, entre un desacuerdo entre dos ciudadanos; un francés y un dominicano de establecer -cuál era la división entre estos dos países a partir del año 1901-.
En una comisión que dirige Vásquez Lajara, decide crear comisiones para separar ambos países con una línea divisoria de límites.
Estos se iniciaron desde la Bahía de Manzanillo hasta Dajabón, con 17 pirámides.
A partir de esa fecha fueron suspendidos porque los haitianos alegaban que el tratado debía ser -continuar por el río Dajabón y no por el río Capotillo o Bernard-.
Para el año 1924 Horacio Vázquez, llega a la presidencia de la República y retoma los tratados de frontera con diferentes comisiones haitianas y dominicanas.
Para el año 1929 concluyen los tratados de frontera y límites entre Haití y Dominicana.
Algunas desavenencias de parte de los haitianos en los tratados, quienes argumentaban, que; habían algunas fallas en los territorios por las comisiones.
Trujillo presidente en 1935 decide enmendar la situación cediéndole los territorios de la miel (Tilori) por el área de Restauración y Pedro Santana, municipios dominicanos y dispone ceder 600,000 hectáreas con una carretera internacional agregada, para el uso de ambos países.
El camino entre Villa Anacaona a Pedro Santana posee 48 km y 30 m de cada lado, para futuras proyecciones de esos caminos (hoy carretera internacional) que fueron pagados por ambos países en el año 1942.
Cuando el presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina, decide crear la Provincia Libertador, en el año 1938 dispone que: El municipio de Restauración fuera la serie 43, es decir fue la principal de la provincia y Dajabón, fue la serie 44, porque; Trujillo entendía qué Dajabón, aún tenía muchos intereses de ciudadanos haitianos, que podían entenderse que eran los franceses que aún conviven entre las condiciones fronterizas de estos países.
Estos viven en este punto con un mercado binacional de producciones, mafias y todo lo que puede pasarse en una zona de carácter binacional como Dajabón.
Este pueblo también se ha caracterizado por ser el auxiliar de las necesidades del poblado de Juana Méndez, ciudad gemela de Dajabón.
Dónde se daban todas las condiciones para los ricos de ambas comunidades, intercambiar los intereses más importantes.
En el tiempo se han encontrado: trafico de armas, drogas, contrabando, abigeato, trata de blancas y otras acciones de carácter violatorio a leyes dominicanos y haitianos.
A esa fecha donde se inician los tratados fronterizos y la creaciones de provincias en la zona, es donde se manifiesta el interés de ver a Dajabón como un pueblo haitiano al extremo de que impusieron hacer un canal para el lado haitiano desde el río Dajabón y lo lograron.
Al fallecimiento del generalísimo Rafael Trujillo Molina, le fue cambiado el nombre de «Libertador» a la Provincia por «el de Dajabón» esta fue una decisión de la comisión presidencial a raíz de la desaparición del jefe.
El Senador Manuel Estrada Medina, dispuso el cambio de nombre por el de «provincia Dajabón», que ha permanecido hasta hoy.
Sin embargo; notamos cómo se pierde la importancia de la provincia, es posible que si llega un plan de expansión haitiano y quieran recuperar su territorio históricamente conquistado por haitianos a los franceses, solicitarían el territorio de Dajabon, municipio, pero como es provincia también solicitarán todo el territorio provincial.
Por lo tanto, es oportuno solicitar la comprensión de los ciudadanos Dajabonenses, tal efecto proponemos.
Que la Provincia debe llamarse «Provincia Restaurador» para dar a conocer los monumentos del: Grito de Capotillo, los Petroglifos Chacuey, la carretera internacional, la Cordillera Central y los Monumentos de Las batallas de la Independencia y la Restauración.
Para incrementar el eco-turismo, la educación histórica del pueblo dominicano y el turismo interno.
La insistencia de muchos sectores haitianos de que el río se llame masacre, es para recordar la cuestión de «violación a los tratados de frontera de 1937» que fue producto del incumplimiento a lo establecido en ese acuerdo..
Fue un enfrentamiento entre campesinos fronterizos dominicanos e invasores, ladrones y depredadores haitianos, quienes no aceptaron, la fecha de límite que había impuesto el gobierno para que abandonaran el territorio dominicano.
FDC 2025.