Ciudad de México, 27 abr (Prensa Latina) El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró hoy su rechazo al reciente informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre derechos humanos y señaló que no les corresponde meterse en la vida interna de otro país.
«Y, ¿qué tienen que hacer, con todo respeto? Quitar esa calificación. No les corresponde. ¿Cómo se van a meter a la vida interna de otro país? Es violatorio de la soberanía de cualquier pueblo», reafirmó el mandatario durante su habitual conferencia de prensa.
«¿Saben cuánto destinamos nosotros a ayudar en el fenómeno migratorio? Como dos mil, tres mil millones de dólares al año. Y no les estamos ahí haciendo las cuentas o diciéndoles: ‘te portas bien, eh. Nada de meter a la policía a las universidades. Nada de que vas a estar financiando guerras, violando derechos humanosâ€Ö», ilustró.
«Ojalá y cambien, porque no les ayuda eso. Ya estamos en otros tiempos», aseveró López Obrador, quien dijo mantener una buena relación con el presidente, Joe Biden, y con la vicepresidenta, Kamala Harris; pero señaló que hay otros funcionarios del Gobierno estadounidense con una concepción distinta.
Hay otros funcionarios que tienen «una concepción distinta, muy prepotente, muy apegada a la antigua política intervencionista, injerencista y no cambian», sostuvo el mandatario, al preguntarse quiénes son ellos para emitir recomendaciones sobre derechos humanos.
Cuestionó las fuentes usadas en el informe, en el cual se señala a México por supuestas violaciones de los derechos humanos, y el hecho de que justifiquen la divulgación de tal documento con que de esa manera el Senado de la nación vecina decide a quién va a ayudar y a quién no.
«La verdad es que ya llevan años sin ayuda humanitaria a los países de América Latina y del Caribe», criticó el jefe de Estado, al subrayar que en las décadas recientes Washington se ha enfocado en la militar.
El informe de 2023, emitido de manera unilateral por la Casa Blanca sobre prácticas de derechos humanos de otros países, fue presentado el lunes por el secretario de Estado Antony Blinken.
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